Una vez más la Selección Mexicana queda mucho a deber, los fracasos en la Copa Confederaciones y en la Copa Oro han demostrado que el método de Juan Carlos Osorio no es eficiente en partidos de eliminación directa. Las rotaciones y los cambios incongruentes de posición podrán servir con los rivales de CONCACAF en el Hexagonal final, pero no en los escenarios grandes contra equipos Elite.
Cuando llegó Juan Carlos Osorio a la dirección técnica de México, se esperaba que el pudiera llevar al Tri a dar el siguiente paso para aspirar a campeonatos importantes. Sin embargo, la dolorosa derrota ante Chile en la Copa América pasada puso en duda está idea. Tal parece que no se aprendió nada de aquel humillante 7-0, pues Osorio sigue repitiendo los mismos errores.
La falta de una alineación base provoca que México no tenga un estilo de juego definido y caiga en momentos de bipolaridad, ofreciendo minutos de muy buen fútbol gracias a los jugadores que están pasando un gran momento pero que son eclipsados por minutos de escasa calidad y nerviosismo por parte de aquellos que no se encuentran en buena forma. Los dos partidos contra Portugal son ejemplo de esto. De igual manera, la falta de una alineación titular causó un desastre en el primer tiempo contra Nueva Zelanda, las famosas rotaciones de Osorio llevaron a hacer 8 cambios de un partido a otro y casi cuesta los 3 puntos si no es por las muy buenas intervenciones de Alfredo Talavera y el olfato goleador de Oribe Peralta y Raúl Jiménez. La fase de Grupos cerró con un triunfo ante una Rusia que no dio muchos problemas, pero que de nueva cuenta las rotaciones eran presentes en el conjunto Azteca.
A pesar de que se logró la clasificación a semifinales, el fútbol que había demostrado México no convencía a nadie y la realidad para la escuadra de Osorio llegó al siguiente partido contra una Alemania “B”. El partido acabo 4-1 favor la Selección Campeona del Mundo, de nuevo, las decisiones de Osorio causaron polémica debido a la ausencia de Carlos Vela y la necedad de acomodar jugadores fuera de sus posiciones naturales, tal es el caso de Alanís (Defensa central que fue utilizado como lateral), Héctor Herrera (Medio central que fue utilizado como contención) y Raúl Jiménez (Delantero centro que fue utilizado como extremo). Al final se consiguió el cuarto lugar en la Copa Confederaciones y aunque fue un avance a comparación de la anterior edición de este torneo el fútbol mostrado fue decepcionante.
Como también, fue decepcionante la eliminación de México por parte de Jamaica en la Copa Oro. En la que se jugó con jugadores de la Liga MX pero que compartieron las mismas deficiencias tácticas que la Selección que fue a Rusia. Sin embargo, la actitud, entrega y buen fútbol durante la mayor parte de la Copa Oro de algunos futbolistas puede lograr que sean considerados en un futuro inmediato, nombres como: Orbelín Pineda, Jesús Dueñas, Roberto Pizarro, Luis Reyes, Elías Hernández y Jesús Corona fueron de lo más rescatable de México.
Una vez más el método de Osorio fracasa en eliminación directa y aunque es bien intencionado por la competitividad que crean las rotaciones, no motiva a que los jugadores den buenos partidos, ya que, jueguen bien o mal, pueden ser banqueados el próximo juego. No obstante, Osorio debería seguir en la Selección Nacional ya que su proceso durante el Hexagonal final es casi perfecto y desde hace mucho no se estaba en primer lugar. 6 victorias y 2 empates son los números que protegen al Técnico Colombiano, los cuales son excelentes si los comparamos con el Hexagonal pasado en el que Estados Unidos nos ayudó a clasificar al repechaje del Mundial.
Otro verano amargo para el Tri, esperemos que esta vez sea bien aprovechado y se saquen las conclusiones necesarias para que Juan Carlos Osorio se dé cuenta que debe de cambiar su filosofía de juego contra rivales elite y durante los torneos importantes (si es que se quiere lograr algo) ya que el próximo es el Mundial y está a menos de un año.