¿Afición con respeto o afición en crisis?
Bien sabido es por muchos, sobre todo dentro de la comunidad de la UDLAP que el pasado sábado 25 de noviembre ha sido un día amargo para el deporte de esa universidad, el equipo verde, los Aztecas de la UDLAP dejaron ir una ventaja de 10 puntos en el último cuarto para entregar en su propia casa el título de campeón a los Borregos de ITESM.
Gran victoria del equipo toluqueño pero triste la realidad del equipo verde, pues pese a que podemos decir que la gestión del Coach Fischer no ha sido mala al haber llegado a 5 finales de manera consecutiva de la Liga Premier y haber ganado 3 de ellas, cierto es que no ha evolucionado en mucho el esquema ofensivo que presenta en el campo semana a semana y ese ha sido su talón de Aquiles el pasado 25 de noviembre ante un Coach con más colmillo y que lo estudió muy bien.
Pero si bien el equipo Verde no supo llevarse la victoria en un juego cerrado, dominado en su mayoría por las defensivas pese al abultado marcador que acumuló más de 55 puntos, la derrota más grande en el Templo del Dolor se vivió en las tribunas. Bien sabemos quienes hemos ido al campo en las últimas temporadas que “El respeto es un valor UDLAP y la afición lo sabe”. Pero ¿Qué pasa cuando esto apaga a su tribuna? Cuando las porras características de los Aztecas, los gritos que enaltecían la rivalidad contra el rival en especial contra el Tecnológico de Monterrey (en sus diferentes versiones) se oían a lo largo y ancho de las gradas una y otra vez, hoy parece que en ese recinto deportivo ya nadie quiere barbacoa y consomé como solía ser tradicional.
Como defensor nato del lenguaje puedo ir de acuerdo con no gritar improperios verbales al rival si esto es por respeto. Pero cuando ni el famoso “Defense”, clásico no solo del templo del dolor sino del futbol americano mundial, se escucha en las gradas, en el momento clave donde tu defensa necesita morirse en el campo si aspira a un título de liga como local, cuando el característico “Ruido, ruido, ruido” que rugía cada que el rival enviaba a su ofensiva al campo se ha ido, esperemos de manera temporal, no puedo pensar más en que la afición vive una crisis y no una etapa de respeto.
Cierto es que los partidos no han sido precisamente muy atractivos y que existe un sentimiento de que la UDLAP los ganará todos ante la falta de nivel rival y que asistir al Templo del Dolor volvió moda, sobre todo si se juega contra alguno de los Tecnológicos. Pero cierto, es también es que en partidos como este, donde te juegas el campeonato en casa, en un clásico deportivo, ante un rival de la calidad del Tec Toluca, no puedes simplemente desaparecer y perder la batalla de porras ante una afición que no llenaba ni la tercera parte de tu campo. Simplemente, la afición toluqueña era menos pero más escandalosa.
Aclaro, no culpo a la afición verde del resultado en el campo, pero ciertamente juega un papel importante y en este quedaron a deber, gritando y apoyando únicamente cuando la ofensiva timbraba en la zona de anotaciones o cuando la defensiva interceptó ese balón que nos hizo creer que sería una tarde fácil. No puedes concretarte como afición a estar solo cuando el equipo se ve espectacular, este deporte es más que grandes jugadas y si, el respeto es un valor no solo UDLAP sino del deporte mismo, es un deporte de caballeros, pero esto no implica una afición callada, tímida y pretenciosa.
¿Soluciones? Aunque ya sea para la siguiente temporada la afición necesita recuperar sus porras, involucrarse con los jugadores en el campo, el jugador regresar a interactuar con su afición, el sonido local no solo tocar música como lo hiciera en la final, incentivar el grito “Defense” como solía ser. Todo en aras de sea una afición respetuosa pero no ausente. Hasta el año que viene Aztecas.